Un caso de impunidad: Arantepacua, Michoacán.

Arantepacua se localiza a unos 10 kilómetros al sur de Nahuatzen, ubicada en la zona denominada como la Meseta Purépecha.

¿Qué pasó?

El día 4 de abril de 2017, algunos comuneros viajaron a la capital Michoacana (Morelia) para resolver un desacuerdo sobre un conflicto territorial con la comunidad vecina de Capacuaro, el cual lleva más de 60 años por la posesión de mil hectáreas ubicadas en el monte. Así fue como los comuneros lograron reunirse con algunos representantes del Gobierno Estatal.

En el viaje de regreso a Arantepacua policías estatales detuvieron el camión y sin decirles ni una palabra comenzaron a lanzar gases lacrimógenos, los golpearon y los llevaron a la procuraduría. Los incriminan de bloquear una avenida, de haber secuestrado al chofer y robar el camión en el que viajaban.

Al día siguiente de estos hechos (5 de abril de 2017), cuentan los pobladores que los policías arribaron a la comunidad y sin más comenzó la masacre, algunos pobladores dicen que fueron más de 800 policías que se precipitaba contra la comunidad, poco después comenzó una lluvia de balas.

¿El resultado?

Cuatro personas muertas: Francisco Jiménez Alejandre, Santiago Crisanto Luna, José Carlos Jiménez Crisóstomo y Luis Gustavo Hernández Coherentes. Diez personas fueron apresadas y un sin número resultaron heridas.

¿Qué ha pasado con el caso?

1. Después de esta tragedia, la comunidad de Arantepacua decidió regirse bajo sus usos y costumbres, dejando a un lado al Gobierno.
2. Hasta la fecha no se han podido expedir las actas de defunción de los que fallecieron ese fatídico día ya que el Gobierno no quiere reconocer y hasta el momento niega los hechos ocurridos.
3. En el 2020 la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, emitió la recomendación 42VG/2020 al ex gobernador del Estado de Michoacán Silvano Aureoles y al ex Fiscal del Estado Adrián López Solís, por violaciones graves ocurridas los días 4 y 5 de abril de 2017, en los que se cometieron violaciones al derecho a la vida, a la libertad, a la seguridad e integridad personales por actos constitutivos de tortura, al derecho de reunión, al interés superior de la niñez y a una vida libre de violencia, en agravio de la comunidad de Arantepacua.

Yunuen Farías Estrada

Coordinadora de medio ambiente y movilidad

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