Revocación de Mandato

El 1º de noviembre comenzó el proceso de recabado de firmas para que se realice la consulta ciudadana de Revocación de Mandato del titular del Poder Ejecutivo, Andrés Manuel López Obrador.

Dentro de este proceso; MORENA ha realizado una serie de actividades promoviendo dicho ejercicio electoral bajo el concepto de que los comicios serían para una Ratificación de Mandato, lo cual es completamente contradictorio a lo establecido en la fracción IX del artículo 35 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos.

La Ley Federal de Revocación de Mandato es muy explícita, y en su artículo 5º, establece que este procedimiento es el instrumento que tiene la ciudadana para solicitar la conclusión anticipada del desempeño del cargo del titular de la Presidencia de la República a partir de la pérdida de confianza hacia éste mismo.

Por tanto, el hecho de que MORENA sea quien impulse este proceso electoral con la finalidad de ratificar la permanencia del presidente aduciendo a su popularidad, representa el uso incorrecto de la Ley, ya que está muy claro que los representantes de la 4T no han perdido la confianza en la figura presidencial (que es la base fundamental para solicitar la revocación de mandato) , sino que al contrario, buscan aprovechar este instrumento de participación ciudadana como un acto de campaña intermedia que fortalezca, no solo la figura del Poder Ejecutivo, también  la potestad del propio partido ante las elecciones futuras.

Para lograr que esto se lleve a cabo, los promotores de la revocación deben de conseguir las firmas del 3% de las personas inscritas en la lista nominal del INE, que son alrededor de 2.7 millones, teniendo como fecha límite el 25 de diciembre. Para ello, MORENA se está sirviendo de la asociación “Que Siga la Democracia”, la cual ha instalado mesas de recaudación de firmas en varios puntos de la república, donde podemos encontrar propaganda impresa donde se lee la frase “Que Siga AMLO”. En caso de lograr la cifra establecida de firmas, la votación se realizará el 10 de abril del próximo año.

El presidente López Obrador ha dicho desde el inicio de su cargo que tiene tres principios: No robar, no mentir y no traicionar al pueblo. Desafortunadamente, utilizar claramente a su favor un derecho constitucional, tergiversando una revocación de mandato en ratificación, es a todas luces un engaño a la ciudadanía. Incluso podríamos afirmar, que el hecho de buscar mediante una campaña disfrazada que se vote nuevamente a su favor, traiciona uno de los principios fundamentales de la democracia mexicana: La no reelección.