Recuento de septiembre: mes histórico por nuestro derecho a decidir.

Septiembre quedará marcado como un mes de festejo, pues fue en el que se habló del aborto como derecho humano, estableciendo como inconstitucional la penalización del aborto, por ende, la criminalización de la libertad de las mujeres de tomar decisiones sobre su cuerpo, en este caso, referente a la salud sexual y reproductiva. Esto surgió al promover una acción de inconstitucionalidad contra una reforma al Código Penal de Coahuila que seguía criminalizando a las mujeres y perpetuaban la violencia machista.

La sentencia de esta acción de inconstitucionalidad orilla al Estado de Coahuila a dejar de penalizar el aborto en las primeras doce semanas de gestación, pero además a nivel nacional surgieron y seguirán surgiendo actos que sugieren beneficios en el tema a las mujeres. Tan es así, que el día 24 de septiembre se publicó una tarjeta informativa derivado de esta sentencia, donde varias instituciones públicas dicen estar trabajando en conjunto para la liberación de mujeres procesadas o sentenciadas por interrupción de sus embarazos y a todas aquellas mujeres y hombres que hayan intervenido en el proceso.

Hace algunos meses escuchamos la misma promesa a las mujeres criminalizadas por abortar, de ser liberadas por la Ley de Amnistía, y ahora por la sentencia de la SCJN. Es un gran paso para el derecho de las mujeres a decidir sobre su cuerpo, pero no podría traducirse en primera instancia en justicia para las víctimas que estuvieron presas o procesadas por abortar, además de que se han olvidado de las mujeres que se les sentenció por homicidio en razón de parentesco y no por aborto. Por este último dato es que en las estadísticas nos enseñan que no hay muchas mujeres sentenciadas por aborto, pero la realidad es que fueron juzgadas más duramente.

¿Entonces qué aseguran estas reformas? No aseguran mucho, si no se trabaja en conjunto para dejar de criminalizar a las mujeres y se sigue estigmatizando el aborto. Se necesita que en las fiscalías y juzgados se tenga una perspectiva de género, que en los hospitales la objeción de conciencia deje de poner en riesgo la vida de mujeres y niñas, que la sociedad deje de castigar a las mujeres que deciden abortar.

Que el día de hoy la SCJN haya dictado esta sentencia y hayan dado una excelente participación en la discusión viene de la constante lucha de muchos años de mujeres unidas por nuestro derecho a decidir. El reconocimiento es para las mujeres que no se han rendido para que nuestras exigencias sean oídas y que nuestros derechos se garanticen.

Claudia Fernanda Hernández Boyso

Coordinadora de Derechos Humanos

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