Nuestra salud mental también importa.
Nuestra salud mental, también importa.
¿Sabes como se siente la ansiedad?
La ansiedad hoy en día, se ha convertido en una de las principales problemáticas de salud mental del siglo XXI. Tan solo en los últimos 7 años aumentó significativamente el porcentaje de personas que la padecen. Esto se debe principalmente al incremento en los índices de delincuencia, contaminación y crisis económica.
Comencemos por entender que la ansiedad, los trastornos de ansiedad y las crisis de ansiedad no es lo mismo.
La ansiedad es un estado de agitación e inquietud desagradable, caracterizado por la anticipación del peligro, sudoración, temblores y problemas para conciliar el sueño. Se puede sentir ansiedad la mayor parte del tiempo. Para muchxs la ansiedad no desaparece y empeora con el tiempo.
Un trastorno es un cambio o alteración en el funcionamiento, que interviene en el equilibrio psíquico de una persona, por lo que los trastornos de ansiedad pueden darse por enfermedad, presentando en su mayoría síntomas físicos. Los Trastornos de ansiedad generalizada, ansiedad por separación, ansiedad social y fobias específicas, son algunos de los trastornos que comprende la ansiedad.
Las crisis de ansiedad o ataques de pánico, ocurren cuando estamos ante un estado de inquietud y agitación frente al peligro inminente (miedo a lo desconocido, puede ser real o imaginario) combinando síntomas cognitivos (impaciencia, dificultad de atención, presencia de pensamientos negativos) y fisiológicos (aumento del ritmo cardiaco, sudoración, temblores, sensación de debilidad o cansancio). Las crisis de ansiedad se presentan cuando se está en un punto alto de incertidumbre, el sistema nervioso se siente bajo amenaza o peligro.
Entender cómo se siente la ansiedad en los adultos es saber identificar los siguientes síntomas: sudación en las manos, se muerden las uñas, se arrancan el cabello, cuando no pueden estar en un solo lugar, ya sea en casa, oficina, en reunión con los amigos, solo sienten la necesidad de retiraste sin un motivo justificado.
Actualmente los síntomas de la ansiedad han ido en aumentó significativamente debido al momento por el cual estamos atravesando, donde la regla más importante es estar en casa lo que para muchos significa dejar de lado actividades que minimizaban sus síntomas. Para otrxs el encierro en si, puede ser un detonante para que la ansiedad se haga presente.
Es importante mencionar que la ansiedad no es algo que deba tomarse a la ligera. Cada persona la enfrenta de acuerdo a su forma de vida. Los síntomas pueden presentarse en mayor o menor grado, dependiendo del contexto en el que viven.
Sobrellevar el encierro es difícil, la incertidumbre de no saber que sucederá, cuando va a terminar, el tiempo que está restando al trabajo por este proceso, con la consecuente pérdida de ingresos y de seguridad en el puesto de trabajo; la soledad asociada con el sentimiento de haber sido excluido del mundo y de sus seres queridos, nos coloca en un estado vulnerable si a salud psicológica nos referimos.
Las siguientes recomendaciones pueden ayudar a sobrellevar los síntomas.
Comenzando por despertar temprano, planifica tu día, mete actividades que ya habías dejado pero que por alguna razón, quizá falta de tiempo, dejaste de hacer.
Recupera tus tiempos de creatividad, lectura, pintura, música, arte, ¡inténtalo!
Piensa por un momento en que las horas de tus días son importantes y que cada hora será utilizada responsablemente.
Mantén contacto con las personas más cercanas a ti, habla sobre tus planes, tus proyectos a futuro, la nueva receta que intentarás hacer. Estar en contacto con las personas de confianza, es una de las mejores formas de disminuir los niveles de ansiedad.
Trata de alejarte de las redes sociales. Evita leer noticias que te generen incomodidad, incertidumbre, temor o frustración.
Aceptar lo que sentimos y aprender a manejarlo es sumamente importante.
En estos días no estás obligadx a leer, emprender, ejercitarte. Es tu espacio, tu casa, tu tiempo. Lo importante es tratar de que el encierro no afecte nuestra salud mental y podamos hacerle frente a la situación.
Seamos responsables con nuestra familia, amigos y entorno. Quedémonos en casa.
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