El amor romántico es violencia de género.

El amor romántico es violencia de género.

El amor romántico es el arma del patriarcado para seguir imponiendo su cultura de subordinación femenina y consolidar sus modelos sociales en donde la violencia de género se normaliza y su lucha se descalifica.

Durante muchas décadas ha servido como herramienta para perpetuar el control y con ello someter a la sociedad en una cultura heteropatriarcal.

Este tipo de relación se idealiza gracias a los grandes medios de entretenimiento que nos enseña que para amar se debe de sufrir o renunciar a algo, además de generar la idea de que sólo podremos sentirnos realizados cuando encontramos a nuestra “media naranja” y que por lo tanto se cree que el mejor día de tu vida será cuando te cases, puede ser que si o que no. Este tipo de idealización ha provocado que las mujeres lleguen a aceptar situaciones de maltrato ya que se les ha enseñado que se deben de sacrificar por el amor.

Todo esto forma parte de la base sistemática patriarcal en donde se han creado heteronormas que obligan a los grupos vulnerables a someterse, por ejemplo, el no aceptar las nuevas masculinidades ya que suponen un quiebre en el molde tradicional de como se deben de concebir estos temas.

Aquí es donde hago una analogía a Disney, principalmente a las películas de princesas, ya que en estos se muestra puramente los ideales tanto patriarcales como paternalistas; un ejemplo muy claro es el de que la gran mayoría de las princesas se convierten en reinas solamente cuando se casan ya que según las ideas no podrían gobernar un reino porque es mujer. Las relaciones románticas se basan en la necesidad, por lo que, si rompiéramos con la desigualdad estructural de la sociedad que va desde la economía hasta la cultura, se conseguiría un estado de igualdad en la adquisición de riquezas, se criaran a las nuevas generaciones en comunidad y no existiría más este tipo de relación.

Como comunidad tenemos que romper con esta herramienta que también sirve para el control social, ya que desde la fundación de las sociedades se ha visto mal que una pareja se divorcie, es tanto así que vemos a instituciones como la iglesia y hasta el gobierno en algunas partes que condenan esta práctica. Algunas expresiones románticas, son cuando por ejemplo a una mujer que se divorcia se le llama fracasada o a una que no puede embazarse, seca. Son expresiones que se encuentran muy arraigadas en la sociedad que personalmente me dañan mucho al escucharlas y que sólo podremos combatirlas con una nueva educación en donde se derrumben las barreras ideológicas de género, enseñándoles a los niños los diferentes tipos de amor y su consolidación al sólo decir que las parejas heterosexuales son las correctas, decimos que todas aquellas que no estén dentro de éstas como las homosexuales son inválidas y con ellos descalificamos su estatus, un pensamiento tan retrógrada como el de que la tierra es plana.

Podemos empezar desde ahorita enseñándoles a nuestras hijas que ellas no tienen que obedecer, servir, ni callar, simplemente tiene que ser ellas mismas. Finalizando, quiero mandar un mensaje a todos aquellos que estén leyendo esto… el amor romántico daña y después te mata.

 

– Miguel Manríquez.

jovenes@movimientociudadanomichoacan.com

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