La consulta de los 500 millones
Desde hace algunas semanas sentía le necesidad de escribir y retomar el tema de la famosa, aunque no pueda decir popular, “Consulta ciudadana”, que se llevó a cabo en nuestro país, el pasado primero de agosto 2021, captando el 7% de participación, sin embargo, en apego a la veda electoral convocada por el INE y buscando respetar la reflexión y criterio personal de cada persona, decidí esperarme a que pasara la misma para poder dar mi opinión y buscar llevarte a ti, que me lees, a un análisis objetivo de la misma.
Fue el 6 de abril del 2021 cuando el Instituto Nacional Electoral a través del Consejo General aprobó el acuerdo INE/CG350/2021 para dar inicio con la organización del proceso de consulta popular 2021, misma que desde que fue anunciada en 2018 generó una serie de situaciones polémicas y poco claras, que hicieron llegar la pregunta en cuestión hasta la Suprema Corte de Justicia para declarar su constitucionalidad y finalmente por estos mismos motivos modificada para entrar en el marco constitucional.
Sin embargo, alrededor de esta consulta la poca claridad y polémica desestimó el fondo y objetivo de la misma, resultando para gran parte de la población, incluyéndome, innecesaria y mediática, aparte de manipuladora, buscando hacer creer que el fin de la misma era poner al centro a las víctimas, cuando sabemos que si realmente se quisiera velar por ellas, existen las herramientas jurídicas necesarias, aplicables y viables para poder acompañar y brindar certeza a esas víctimas, sin la necesidad de acudir a un mecanismo de participación ciudadana cuyo fin no debería ser la aplicación de la justicia cuando ya se encuentra establecida en la ley, en el marco de derechos humanos y tratados internacionales en el que vivimos.
La justificación y discurso en torno a las victimas resulta ofensivo y sin fundamento, ya que un verdadero acto de reparación y de justicia a las víctimas, sería que el ejecutivo diera puntual seguimiento a cada una de ellas, para de esta manera poder ser vinculadas con la FGR , quien si tiene facultades al respecto y que de una vez por todas esas vallas que comúnmente se instalan en palacio nacional para bloquear a manifestantes víctimas , se convirtieran en puentes para acompañarlas, a todas las que fueron pero también a las que lo son todos los días, por la violencia, la inseguridad, la corrupción y un gobierno que prefiere orientar sus recursos en una consulta, cuya pregunta no llegó a nada, al resultar no vinculante por la poca participación, derivada de la falta de credibilidad y seriedad de la misma.
La consulta de los 500 millones pasará a la historia por el derroche económico que representó frente a un país sin empleos, altos decesos por Covid-19, nula cobertura de salud y un índice olímpico de impunidad.
Por Jimena Berthely Delegada Estatal de Mujeres en Movimiento
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